¡Hola! Esta mañana en clase, hemos estado comentando el protocolo de Kyoto, el cual voy a explicarles a continuación, pero antes voy a ponerles en situación comentando la situación actual de la contaminación atmosférica, con su problemática actual y el motivo.
A pesar de la lenta mejora, según los datos actualizados y la información que ha publicado la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) la contaminación atmosférica sigue superando los límites y las directrices de la Unión Europea y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ésta representa un peligro tanto para la salud humana (Las partículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno y el ozono troposférico son los contaminantes que causan mayor daño a la salud humana) como para el medio ambiente.
Las altas concentraciones de contaminación atmosférica
siguen teniendo un efecto negativo en los europeos, en especial en los que
residen en zonas urbanas.
Además esta contaminación tiene efectos
económicos considerables, ya que acorta la vida, aumenta los costes médicos y
reduce la productividad en sentido económico por la pérdida de días de
trabajo a causa de enfermedades. También afecta negativamente a
los ecosistemas, por los daños que produce en suelos, bosques, lagos y ríos, y
por la reducción de los rendimientos agrícolas.
Las políticas pasadas y actuales, así como los avances
tecnológicos, han permitido avanzar de una manera lenta pero constante en la
reducción de estos efectos negativos.
Son diversas las causas que explican la
contaminación de la atmósfera. Algunas de ellas se pueden resumir de la
siguiente manera:
Extracciones mineras
Muchos minerales se obtienen gracias a productos químicos y
el uso de maquinaria pesada que contamina el aire de partículas de polvo y
gases. Además, la extracción genera, en un buen número de casos, daños
irreparables en los entornos.
Uso de pesticidas en las actividades agrícolas
Insecticidas, pesticidas, fertilizantes y otros productos
químicos se emplean para el cultivo de alimentos, lo cual causa un grave perjuicio
a los suelos y favorece la acumulación de gases en el aire. De ahí que en la
actualidad se insista tanto en la necesidad de optar por los cultivos
ecológicos, es decir, libres de cualquier químico.
Industrialización excesiva
El aumento de fábricas y el consumo masivo son otra causa de
la contaminación atmosférica. Cuanto mayor sea la demanda de artículos, mayores
serán los efectos nocivos para el planeta.
Quema de combustibles
Los medios de transporte convencionales queman una gran
cantidad de combustible y los convierten en gases, algo que también influye en
la calidad del aire que respiramos.
La deforestación
Al no haber suelos adecuados para la siembra de especies
vegetales, se reduce el número de árboles. Y esto, a su vez, evita que muchos
de los gases contaminantes que circulan en el aire puedan ser neutralizados y
el aire se limpie. Los árboles cumplen esa función.
¿Qué es el Protocolo de Kyoto?
El Protocolo de Kyoto sobre
el cambio climático es un acuerdo internacional firmado en la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que tiene como finalidad reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan
el calentamiento global. Estos gases son dióxido de carbono (CO2), gas metano
(CH4) y óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre
(SF6). Se estima que los países más ricos del mundo, con un 20% de la población total, emiten más del 60% de estos gases, fundamentalmente dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.
¿ Cuándo y quién lo firmó?
El acuerdo internacional lleva
precisamente este nombre ya que la firma de este tuvo lugar en la ciudad
japonesa de Kyoto durante la celebración de la Cumbre del Clima de 1997. La
firma del Protocolo de Kyoto se llevó a cabo el 11 de
diciembre de dicho año.
La Comunidad Europea y otros tantos países
industrializados (por ejemplo Argentina o Canadá)son los países que forman
parte del protocolo de Kyoto. La firma de este protocolo se efectuó una vez
acordado una reducción de los gases de efecto invernadero y otros gases
industriales.
La vigencia del protocolo de Kyoto data del 16 de febrero de
2005, que para entonces contaba con la confirmación de 154 países (61% del
total de las emisiones). Estados Unidos y
Europa se comprometieron a una reducción mayor (del 7% y el 8%
respectivamente).
Como curiosidad, Estados Unidos firmó el protocolo, pero no lo ratificó debido a que no sentían que el protocolo de Kyoto fuera lo suficientemente efectivo, por lo que en 2001 lo abandonaron.
¿Cuál es el objetivo de este protocolo?
Los principales objetivos del Protocolo de Kyoto son luchar
contra el cambio climático mediante una acción internacional de reducción de
las emisiones de gases con efecto invernadero. Esto es debido a que se estima que estos
gases son los causantes del aumento de la temperatura en el planeta y el cambio
climático. (Las normas del protocolo de Kyoto establecen una disminución del 5%
en la emisión de los seis gases mencionados anteriormente entre los años 2008 y
2012)
La idea, en definitiva, es que los ecosistemas se adapten al
cambio climático de forma natural.
¿Se han cumplido los objetivos?
Los resultados globales, muestran que, en general, los
países que firmaron el Protocolo de Kyoto cumplieron su compromiso .Sólo nueve
países (Austria, Dinamarca, Islandia, Japón, Liechtenstein, Luxemburgo,
Noruega, España y Suiza) emitieron niveles más altos que los comprometidos,
aunque su exceso global fue un escaso 1% de las emisiones medias anuales
limitadas en Kyoto.
Cabe destacar que la mayoría del resto de los países
redujeron sus emisiones domésticas más que las previsiones requeridas y que,
aunque el colapso de la Unión Soviética y la contracción de las economías del bloque
del Este provocó una disminución imprevista de las emisiones de gases
invernadero, sin embargo, de no haber sucedido ello, los resultados finales no
habrían diferido mucho.
En resumen, el protocolo de Kyoto ha logrado desde entonces una reducción del 22,6% en las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 1990 en 37 países industrializados y la UE, cuando el compromiso inicial era de una disminución del 5%. Por último, se debe mencionar que no todos creen en dicho protocolo ya que diversos especialistas no se fían de esta afirmación cuando, por ejemplo, 2014 fue catalogado en su momento de ser el año más caluroso de la historia, o al menos desde cuando se tienen registros finales del siglo XIX.
¿Medidas para intentar cumplir los mismos?
Las medidas que se llevan a cabo en el tratado de Kyoto van encaminadas a la adaptación más que a cómo frenar el cambio climático, de ahí que se sugirieran propuestas como disminución de las emisiones producidas por la electricidad, el refinado de hidrocarburos, la calcinación, la fabricación de cemento y cal y la producción de acero.
Conclusiones sobre el Protocolo de Kyoto
El ritmo de las negociaciones internacionales
es demasiado lento respecto a la velocidad y gravedad de los efectos
del cambio climático.
La única solución para suavizar las duras consecuencias
es la reducción real y efectiva de las emisiones de gases de efecto invernadero
en todos los países, basándose en una responsabilidad compartida pero
diferenciada según la contribución histórica y actual de cada estado al
calentamiento global.
A nivel nacional, la estrategia española de lucha contra el
cambio climático debe incorporar una planificación energética que incida sobre
la gestión de la demanda y aumente el papel de energías renovables, así como
una política de transporte que aumente los medios colectivos y un modelo de
ciudad con menor huella ecológica.
Si se asume que el cambio climático es la mayor amenaza
ambiental, se requiere una actuación enérgica y decidida que adopte un
planteamiento transversal que englobe todas las políticas sectoriales; energía,
transporte, urbanismo, medio ambiente.
El panorama con que se presenta este nuevo siglo es muy sombrío
y nuestra capacidad para cambiarlo disminuye con la acumulación de CO2.
Cuanto más se retrase la adopción de nuevas tecnologías
limpias, más difíciles serán las medidas a adoptar.
Mi opinión personal sobre el protocolo de Kyoto
Pienso que el acuerdo internacional que tiene por objetivo
reducir las emisiones de gases para evitar el calentamiento global lo tenemos
que acordar entre todos, ya que todos tenemos cierta parte de culpa del dañino
calentamiento global, por eso si todos aportamos algo innovador para reducir
este daño al planeta, podríamos detener en gran medida la contaminación
ambiental, o por lo menos disminuirla notablemente.
Para cumplir el protocolo cada país se comprometería a
cumplir lo que el tratado les propondría. Pero pienso que algunos países no
cumplirían el pacto pese a haberlo firmado, ya sea por cuestiones de dinero o
política, como fue el caso de EEUU, que no llego a firmar el pacto porque no le
beneficiaba,siendo junto con Europa, el que mas gases emitía a la atmósfera.
A modo de conclusión, este protocolo sería efectivo si se diera más importancia al planeta que a otras cuestiones, pero en la actualidad, generalmente, se descarta la opción de perder dinero para arreglar el planeta.
Para terminar, adjunto foto de acciones (algunas más asequibles que otras) que podemos entre todos tomar para frenar el cambio climático.
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